La libertad es una meta o concepto que ha provocado guerras, revoluciones y cambios en toda sociedad y persona. Más allá del concepto bondadoso que acaba donde empieza la del otro, me pregunto si sabemos gestionar la nuestra. Es una meta que mientras estamos en lucha por conseguirla nos estimula e impulsa adelante. Pero y cuando realmente la conseguimos y tenemos el tiempo para gestionarla, ¿sabemos usarla? ¿Sabemos integrarla? No hay prisión más efectiva que la que no tiene barrotes ya veces nosotros mismos nos ponemos en jaulas de oro y mal usamos nuestro “tiempo” y nuestra vida para realizarnos plenamente. ¿Sabemos quiénes somos? ¿Sabemos qué queremos? ¿Sabemos qué hacer de nuestro tiempo? ¿Cuántos trabajamos para ocupar nuestro tiempo? ¿Cuántos nos preocupamos por estar ocupados? Tenemos la mente tan enervada y ocupada que incluso en el impasse de tiempo que nos dejamos "libres" para no hacer nada realmente no sacamos provecho y seguimos haciendo, desde la mente, ocupándonos para estar preocupados. ¿Cuántos mientras trabajamos, enfadados porque el sueldo, la cabeza.... y prometiéndonos todo lo que haríamos si tuviéramos tiempo y cuando éste llega porque tenemos vacaciones, paro o jubilación nos sentimos tan descolocados que volvemos a buscarnos trabajos que no …